'El sector urbanístico español está perfectamente planteado'

Siempre ha ido de la mano de la construcción: cuando ésta ha tenido fuerza, se la ha trasladado al urbanismo. Y es un error: la construcción es un negocio y el urbanismo un trámite administrativo encaminado al desarrollo de una ciudad. Por eso vive aletargado al hilo del parón en la construcción, cuando en realidad son cosas distintas. Es una equivocación, porque además económicamente el urbanismo genera grandes expectativas de futuro.

Un factor adicional explica la situación que atravesamos: los bancos son los mayores propietarios de suelo urbanizable, pero no son expertos en urbanismo, sino en finanzas. Deberían ser los primeros en impulsar el desarrollo urbanístico de sus suelos, precisamente para obtener mayor rentabilidad de sus terrenos, actualmente varados.

Por otra parte, en estos momentos los Servicios Técnicos en las concejalías de Urbanismo tienen poco trabajo. Es la mejor coyuntura posible para desarrollar planes de futuro: cuando salgamos de la crisis todo el mundo querrá desarrollar de golpe.

Ninguna. Y eso que la primera Ley en la materia data de los años 50. Pero no es preciso cambiarla, sino hacerla cumplir a través de la Administración Electrónica, que evitaría la especulación. Internet es el presente y el futuro. Con toda la información volcada en la red, se acabaría con la especulación y se facilitaría al profesional analizar el urbanismo de cualquier municipio sin tener que acudir a los Servicios Técnicos, tener que solicitar cita con el técnico de turno, con la consiguiente pérdida de tiempo para todos. Por poner un ejemplo sencillo.

Si todos los datos de urbanismo estuvieran actualizados en bases de datos municipales y no en papel, un comprador de una vivienda unifamiliar podría conocer, antes de la compra, si las ampliaciones que han realizado los anteriores propietarios tienen licencia y, por tanto, son legales, y al mismo tiempo comprobar que no existen expedientes de disciplina urbanística para evitar problemas futuros. Casi podría decir que el acceso a la información de manera electrónica, sin necesidad de esperas innecesarias en pasillos, citas a largo plazo… sería el avance más importante que podría producirse en el mundo del urbanismo. Es algo que acabaría con la falta de la transparencia, la especulación…

El sector urbanístico está perfectamente planteado. Desde el comienzo de la Transición, cada Comunidad Autónoma tiene competencia legislativa, y además ha desarrollado una normativa muy pareja. Casi todo está inventado, por esto lo que hay que hacer es elegir los mejores ejemplos de urbanismo, ya que hay magníficos diseños.¿Qué les ha llevado a especializarse en la rama urbanística del derecho?Mi experiencia en la Administración Pública, con una trayectoria de más de once años donde he sido director de una Empresa Pública, concejal de Gestión Administrativa y director técnico de Urbanismo y Vivienda. Cuando llegué al sector privado busqué la fórmula de poner en valor aquello que mejor conozco y que más me gusta.

Sobre todo, experiencia. El urbanismo no es complicado desde una perspectiva teórica, pero cuando se traslada a la práctica las cosas cambian, se tornan complejas y surgen mil dificultades.

La problemática más frecuente se centra en las infracciones urbanísticas. Por ejemplo, alguien amplía una vivienda unifamiliar o cierra una terraza sin licencia, a veces por desconocimiento, pero incrementado la edificabilidad. Esto deriva en problemas serios al intentar legalizar la obra.

Sí, antes los trabajos se centraban en el desarrollo urbanístico, en la redacción de proyectos de reparcelación, elaboración de convenios urbanísticos, unidades de ejecución… Ahora las problemáticas más frecuentes son de índole privada, muchas a causa de requerimientos municipales de legalización de obras acometidas sin licencia.

El Hotel W Barcelona, también conocido popularmente como Hotel Vela, es un edificio que alcanza una altura de 99 metros aunque su altura inicial prevista era de unos 170 metros. Fue diseñado por el arquitecto español Ricardo Bofill. Este edificio se enmarca dentro de la ampliación de la zona sur del puerto de Barcelona. Su construcción fue controvertida, y desde diversas asociaciones se denunció la ilegalidad de este proyecto, el cual supone la privatización de terrenos de dominio público. Desde las mismas se lleva pidiendo la demolición del edificio por no respetar la Ley de protección de costas.

Con respecto a que los terrenos son de dominio público, hay procedimientos administrativos de desafectación de los mismos y por tanto existe la posibilidad de convertirlos en patrimoniales. En cuanto a la protección de costas, no puedo pronunciarme puesto que no conozco el expediente en concreto.

En conclusión, no considero que haya una aplicación de la norma diferente a casos iguales, me resulta difícil de entender.

En casi cualquier ámbito, pero sobre todo en la redacción de Planes Generales de Urbanismo.

Qué duda cabe, ha sido un potente motor para este país, pero nos hemos «empachado» con ella. Volverá a cobrar importancia, porque tarde o temprano las cosas vuelven a su sitio. Pero ojalá no volvamos a caer en errores del pasado, aprendiendo de nuestra historia, resultado de la suma de construcción, banca y bajísimos tipos de interés. La construcción en España se ha sobredimensionado por la gratuidad del crédito.

Entrevista realizada a Pablo Cereijo, director del despacho Ponce de León Abogados.