La crisis y la hipoteca. ¿Qué hacer?

La grave situación económica provocada por la crisis actual ha complicado el estado de muchas economías domésticas que ante los graves problemas

12 JUN 2012 · Lectura: min.
En primer lugar es necesario hacer un balance general respecto a los gastos e ingresos totales que conforman nuestra economía con el fin de comprobar que cuotas podemos afrontar.

La grave situación económica provocada por la crisis actual ha complicado el estado de muchas economías domésticas que ante los graves problemas derivados de esta situación, tales como despidos laborales, disminución de sueldos, etc., se han visto ante la imposibilidad de hacer frente a las deudas económicas anteriormente contraídas, como es el caso del pago de la hipoteca.

A pesar de la gravedad de la situación, es posible hacer frente a los préstamos hipotecarios siguiendo una serie de recomendaciones en las que los abogados hacen hincapié, para poder mantener nuestra viviendas o bien no aumentar todavía más la deuda pendiente:

  • En primer lugar, es necesario hacer un balance general respecto a los gastos e ingresos totales que conforman nuestra economía con el fin de comprobar qué cuotas podemos afrontar. Priorizar aquellos gastos imprescindibles de aquellos que podemos suprimir es esencial para comenzar a ahorrar.
  • Renegociar las condiciones del préstamo hipotecario con la entidad financiera con la que lo hayamos contratado. Si bien a priori esta es una solución posible pero no siempre garantía de éxito, puede reportarnos muchas ventajas en caso de llegar a un acuerdo con la entidad. Para ello debemos repasar cuáles son las condiciones que quedaron firmadas a la hora de contratar el préstamo hipotecario. A partir de ahí, hay dos posibles soluciones, una de ellas es iniciar un período de carencia reduciendo o eliminando la cuota durante un período de tiempo en el que el importe invertido comience a generar beneficios y, en segundo lugar, existe la posibilidad de alargar el período de pago de la hipoteca para bajar el importe de la cuota. La elección de una u otra dependerá de la situación personal del solicitante.
  • La reducción de intereses bajaría el importe de la cuota, al igual que el establecimiento de un tipo de interés fijo que evitaría que ésta pudiera elevarse al establecerse una subida.
  • Negociar con la entidad la cesión de la vivienda por el importe pendiente de pago de forma que se suscribiría un contrato de alquiler, el cual una vez finalizado permitiría al solicitante comprar de nuevo la vivienda. Una opción que reduciría el importe a pagar. Pero en este caso hay que tener en cuenta posibles gastos derivados de la cesión y posterior adquisición de la vivienda.

Foto: La Asesoria De Los Mayores

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