Por qué las aseguradoras pagan poco en sus indemnizaciones por accidente de tráfico
Motivos por lo que las compañías aseguradoras indemnizan a la baja a las víctimas de accidente de coche o moto.
Después de una dilatada experiencia intermediando con el sector asegurador en la reclamación de indemnización por accidente de tráfico, hemos podido recopilar una serie de motivos por lo que las compañías aseguradoras indemnizan a la baja a las víctimas de accidente de coche o moto. En este artículo te explicaremos algunos de estos motivos para que puedas entender cómo funcionan las compañías, y por qué vale la pena reclamar la cantidad justa como compensación por tus lesiones.
¿Cómo se calcula la indemnización por accidente de tráfico?
Las indemnizaciones por lesiones tratan de compensar el daño sufrido por un accidente de circulación. La norma que regula estas indemnizaciones es la Ley 35/2015. De este modo, en función del tipo de siniestro, una indemnización por accidente de tráfico se suele componer de lo siguiente:
- Días de baja
- Secuelas
- Perjuicio patrimonial y/o lucro cesante
- Daño moral
Compensación por días o también llamadas lesiones temporales
Por este concepto se valoran económicamente los días que necesitamos para curarnos. Y se clasifican del siguiente modo:
- Días muy graves, equiparables a UCI
- Días graves, comúnmente de ingreso hospitalario
- Periodos moderados, en los que realmente estamos impedidos para realizar las tareas comunes del día a día, como por ejemplo ir a trabajar o hacer la compra
- Periodos básicos, aquellos en los que seguimos con dolores, pero podemos llevar a cabo nuestra vida con notable normalidad
Veamos un ejemplo
A modo de orientación, si hemos sufrido un accidente de circulación relativamente grave en el año 2019 y nos pasamos 3 días hospitalizados, 70 días sin poder trabajar o de baja laboral y 60 días más hasta el alta médica haríamos el siguiente cálculo:
- 3 días de hospitalización a 77,61€/día = 232,83 €
- 70 días de baja laboral a 53,81€/día = 3.766,70 €
- 60 días más desde que volvemos a trabajar hasta que nos dan el alta médica a 31,05 €/día = 1863 €
El resultado de la indemnización por accidente de tráfico por días de baja en este supuesto sería de 5862,53 €. Cómo habrás podido comprobar, en función de la gravedad, los días se indemnizan por mayor o por menor cantidad.
Y precisamente, en la calificación de los días es dónde existe mayor discusión entre las compañías de seguros y los abogados especialistas en indemnizaciones por accidente de tráfico.
Aun así, no es una cuestión matemática, sino que debemos justificar el por qué de la gravedad basándonos en criterios como, por ejemplo, los siguientes:
- La gravedad o intensidad del siniestro. Lo cual se podría deducir del coste de reparación de los vehículos
- La edad de la persona lesionada. Dado que no es lo mismo sufrir un accidente con 25 años que con 60
- Otras patologías anteriores al accidente. Por ejemplo, si sufrimos de lumbalgia, que los dolores hayan ido a más por el accidente
- Entre otros
Compensación por secuelas
Por este concepto se trata de indemnizar aquellas molestias o patologías que nos quedan de forma permanente una vez hemos recibido el alta médica. Las secuelas pueden ser de muchos tipos. Desde la persistencia de un dolor más allá del alta, hasta por ejemplo una cicatriz. En este último caso estaríamos hablando de perjuicio estético.
Las secuelas se valoran por puntos, y esos puntos valen más o menos en función de la edad. A menor edad, mayor indemnización y viceversa. Pero la cosa no termina aquí, sino que además existen tipos de secuelas, y cada tipo tiene un umbral posible de puntos.
Por ejemplo, para cicatrizes corrientes en zonas no muy expuestas del cuerpo (como el antebrazo), la secuela suele ser "perjuicio estético ligero" y el umbral es de 1 a 6 puntos. En función de la visibilidad, el grosor, u otros aspectos, un perito médico puede valorar entre 1 y 6 puntos la secuela correspondiente. Aproximadamente, los puntos suelen rondar entre los 700 y 900 euros por punto.
Indemnización por perjuicio patrimonial y/o lucro cesante
Por este concepto se indemnizan los daños que podamos haber sufrido en nuestras pertenencias, así como lo dejado de percibir a causa del periodo de baja, por ejemplo, en concepto de salario.
En el primero de los casos, imaginémonos que, a causa del accidente, se nos han roto las gafas, o algunas prendas han resultado dañadas. Pues a causa de ello tendríamos derecho a ser indemnizados por una parte del valor de dichos objetos personales, dado que se aplica un factor por depreciación. Esto último significa que se presume (salvo que podamos demostrar lo contrario por ejemplo con una factura reciente) que los bienes ya no valen lo mismo que cuando los compramos porque ya están usados.
En el segundo de los casos, imaginémonos el caso de un autónomo o trabajador que, a causa de un largo periodo de baja, ha visto reducido sus ingresos respecto al mismo año anterior en dicho periodo. Si podemos demostrarlo (por ejemplo, con nóminas o declaración de renta), podremos reclamar esa diferencia por lucro cesante.
Resarcimiento por daño moral
Por este concepto se tratan de indemnizar, en determinados casos de especial gravedad, aquellos padecimientos tanto físicos como psíquicos sufridos a causa del accidente y sus secuelas. No es fácil de determinar, y como comprenderás, las aseguradoras son bastante reacias a contemplarlo. Por lo que debemos reunir cuantas pruebas mejor para poder acreditar dichos daños. Una buena forma de hacerlo sería con un informe médico pericial.
Entonces, ¿cómo valoran las compañías de seguros las indemnizaciones por accidente de tráfico?
Después de todo lo que te hemos ido explicando, como habrás podido comprobar, existen multitud de aspectos a tener en cuenta. Y precisamente por que no son matemáticas, y son en todos estos aspectos dónde las compañías tratan de valorar a la baja la indemnización por accidente de tráfico y ahorrarse cuanto más mejor.
No debemos perder de vista, que las compañías aseguradoras son empresas privadas, y cuanto más cobren por sus pólizas de seguro y menos paguen por las indemnizaciones, mayor será su beneficio.
Además, a las compañías de seguro les gustan mucho las estadísticas, y lo que suelen hacer es establecer una cuantía media por siniestro del que deben responder. Por ejemplo, y sólo a efectos ilustrativos, veamos el siguiente supuesto:
Una compañía se enfrenta a 1000 accidentes causados por sus asegurados al año (seguro que son muchos más, pero para que sea fácil de comprender usaremos números redondos). De media, para obtener un buen resultado económico, la compañía asigna aproximadamente 1500 € por siniestro. Habrá algunos siniestros que se indemnicen por más, y algunos por menos. Pero lo cierto es que los tramitadores de las compañías tienen unos márgenes sobre los que moverse. E intentarán ajustarse a dichos márgenes, siempre y cuando sea mínimamente defendible.
Para ello, se apoyan en los informes de sus peritos médicos, y cómo los umbrales son subjetivos, tratan de ajustar al mínimo las valoraciones. Partiendo del ejemplo explicado anteriormente sobre la cicatriz, si un perito contratado por nosotros considera que se debe indemnizar por ese concepto en 4 puntos, nada impide a un perito de la compañía que considere suficiente tan sólo 2 puntos, y trate de defenderlo de ese modo.
Por tanto, tal y como podrás comprobar, las compañías de seguros tienen unos intereses y son contrarios a los tuyos.
¿De qué forma podemos reclamar la indemnización por lesiones de tráfico que nos corresponde?
La respuesta es sencilla: eligiendo a alguien que vele por nuestros intereses. Y es que no sólo se trata de vender nuestros servicios. Sino que frente a una compañía aseguradora, que tiene el poder sobre la oferta que te realice, necesitamos a alguien que pueda poner a la compañía en su sitio. ¿Y de qué modo? Pues utilizando el argumento de que, en caso de no alcanzar un acuerdo que realmente nos favorezca, reclamaremos la diferencia en los tribunales. Y las compañías ya saben que eso les va a costar dinero.
Precisamente los abogados particulares (no los que nos incluye nuestra póliza de seguro) solemos ir a porcentaje de lo que finalmente obtengas. Y eso nos convierte en tus socios. Cuanto más ganes tu, más ganamos nosotros. Y esa alineación de intereses nos convierte en el equipo perfecto para poder defender la indemnización que realmente te corresponde.
Tenemos claro que jamás se podrá compensar con dinero unos daños sufridos a consecuencia de un accidente de tráfico. Pero por lo menos, no dejemos que las compañías saquen provecho de ello y defendamos todo aquello a lo que tengamos derecho.