¿Conoces tus derechos como consumidor al comprar por Internet?
Muchas veces hemos hablado en estas páginas de la globalización que está produciendo el fenómeno de Internet en nuestras vidas. Hoy hablaremos de tus derechos al comprar por internet
Sabemos que cada día es más fácil estar en contacto con cualquier parte del mundo, también día tras día son más las personas que se animan a comprar por Internet a páginas web no solo españolas o europeas, sino incluso de Estados Unidos, Japón o China. Sobre todo debido la pandemia actual son muchas las personas que preferían hacer sus compras y regalos online.
Sin embargo, son muchas las ocasiones en las que los propios consumidores no tienen claro qué derechos les corresponden en estas transacciones, así que hoy vamos a hablar de ello para intentar clarificar un poco la situación legal actual.
¿Cuáles son los derechos de los consumidores?
Antes de nada, queremos diferenciar las transacciones que se hacen en España, o países de la Unión Europea, de las que se hacen más allá de los muros europeos. Esto es porque no se aplican exactamente las mismas normas, por ejemplo, a la hora de hacer una compra en un país como China o Japón, si el valor de mercado de nuestro pedido es superior a 20 euros puede llegar a casa con una sorpresa adicional, el cargo del 20 % del valor de la mercancía en concepto de impuesto aduanero aderezado con el correspondiente recibo que Correos te pasa por su tramitación. Por el contrario, cuando compras a países de la Unión Europea te ahorras esta sorpresa, ya que intramuros existe el acuerdo de libre mercado y la eliminación de las aduanas.
Por otro lado, existen otros derechos como el de desistimiento de la compra o el de garantía de los productos que muchos compradores creen que funciona igual que en el caso de las tiendas físicas, es decir, 14 días para la devolución y dos años de garantía del producto, pero ¿realmente es así?
Los derechos y deberes de los consumidores y usuarios están establecidos en el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, pero esta Ley solo es susceptible de aplicación en nuestro país y en otros Estados miembros de la Unión Europea. Por ello, para el caso de que la compra se realice a través de una plataforma extranjera, en principio no sería de aplicación.
En España el empresario que ofrece un bien o servicio tiene el deber de informar de sus datos (nombre o razón social, domicilio, NIF); las características esenciales del producto o servicio ofrecido; el precio total del mismo, incluidos impuestos o gastos adicionales repercutidos; las formas de pago aceptadas; el plazo o forma de entrega, así como el derecho de desistimiento, plazo, forma de ejercitarlo y gastos que conlleve; el sistema de reclamación en caso de que el producto sea defectuoso o presente algún problema la prestación del servicio. Generalmente estas normas son cumplidas por las empresas españolas y por las europeas, el problema se plantea cuando la compra se efectúa en páginas extranjeras, pues sí suelen tratar de evadir el cumplimiento de algunos de estos derechos, por ejemplo no suelen advertir la posibilidad del gasto adicional del Impuesto de Aduanas una vez llegado el producto a España, también limitan el derecho a la garantía del producto a solo un año desde su compra.
Por desgracia, estas situaciones no han sido previstas por nuestra legislación actual, que solo se ocupa de España y Europa, dejando de lado el resto del mundo. De esa forma, y con la Ley en la mano, si tenemos algún problema con la compra en una página web de un tercer país es mucho más compleja la reclamación, ya que deberíamos de acudir a su sistema legal y ver las condiciones de venta, derechos y deberes de los consumidores establecidas. Por tanto, nuestra recomendación es siempre la de tratar de realizar las compras en plataformas o páginas web cuyas empresas responsables tengan sede en España o en la Unión Europea, pues de otro modo la reclamación para hacer valer nuestros derechos será muy difícil si no imposible.