¿Cuándo acudir a un abogado?

Mucha gente piensa que únicamente se necesita un abogado cuando estamos metidos en un conflicto que va camino de convertirse en un juicio y que nuestra última salvación es contratar a un abogado. Esto viene porque sentimos miedo de esa palabra y tendemos a pensar que si necesitamos un abogado es porque nuestro problema es muy grande, cuando esa no es la realidad. Al necesitar un abogado, ¿quién no ha pensado alguna vez “pues si que está mal la cosa para tener que contratar un abogado"? o tal vez al contrario “yo no necesito un abogado, la cosa no pinta tan mal". Todos estos pensamientos son erróneos.

¿Cuándo acudir a un abogado?

La respuesta es muy sencilla: siempre que queramos asesoramiento legal, no únicamente cuando estemos a las puertas de un juicio. Muchas veces se acude a los abogados a última hora por pensar que no es necesario y la situación se complica más ya que a lo mejor no quedan muchas opciones para solucionar nuestro problema.

De hecho, si acudimos a un abogado previamente, podemos ahorrarnos muchos problemas, sobre todo de carácter legal y todo por hacer únicamente una consulta para saber qué procedimiento deberíamos seguir. Por ejemplo, si quieres separarte, lo mejor es que primero consultes con un abogado para saber cómo proceder, ya que, por ejemplo, si abandonas el domicilio conyugal se te podrá denunciar por abandono del hogar y tendrías mucho que perder en un hipotético juicio por una custodia o unos bienes.

Acudir a un abogado no es nada malo, al contrario, es alguien que puede servirnos de mucha ayuda en multitud de ocasiones y que realmente muchos no valoran esta posibilidad, con el ahorro de tiempo y dinero que esto le supondría, además de traumas personales que también suelen aparecer cuando nos vemos envueltos en problemas jurídicos.