Breve guía sobre cláusula suelo
Con esta breve guía informativa te ayudamos a identificar tu cláusula suelo y te ofrecemos 5 sencillos pasos a seguir para anularla.
1º paso.- ¿Tengo cláusula suelo?
Si firmaste un préstamo hipotecario puedes encontrarte con esta situación: los intereses bajan continuamente, pero yo sigo pagando la misma cantidad cada mes. Si tu hipoteca está suscrita a interés variable, el 97% lo están en nuestro país, deberías notar la bajada continua del Euribor (que es el índice de referencia para la mayor parte de estas hipotecas). ¿Es tu caso?
La cláusula suelo afecta a muchas personas en España, se estima que en torno a tres millones. Si no tienes claro si eres uno de los afectados por cláusula suelo, puedes concertar una cita con uno de nuestros abogados especialistas; estudiaremos la documentación y te asesoraremos gratuitamente.
No obstante, vamos a darte unas sencillas pautas para que tú mismo puedas comprobarlo.
2º paso.- Analizando la documentación
El problema principal a la hora de detectar la "cláusula suelo" es que no aparece con estas mismas palabras en la escritura del préstamo hipotecario. Además, cada entidad bancaria la denomina de una manera distinta.
Es por ello que, según indicaciones de nuestros profesionales especializados en derecho financiero, debes revisar y comprobar que en el documento aparezcan términos como: "límite mínimo del tipo de interés del (…)%", "límites a la variación del tipo de interés", "tipo de interés remunerado aplicable", "tipo aplicable de interés ordinario", "tipo de interés nominal", "en ningún caso el tipo nominal anual podrá ser inferior al (…)%".
3º paso .- He comprobado que tengo cláusula suelo, ¿podría reclamar?
Casi con toda probabilidad tendrás derecho a reclamar la eliminación de tu cláusula suelo. En la mayoría de los casos, la información recibida en el momento de contratar el préstamo hipotecario no fue transparente, o existió un claro desequilibrio entre las cláusulas del contrato.
Además, también podrás hacerlo independientemente de que en el contrato haya una cláusula techo o ésta sea excesivamente alta (la cláusula techo hace referencia a un máximo de intereses que suele estar por encima de los valores habituales del mercado).
En cualquier caso, ante cualquier duda consulta con nuestros abogados las particularidades de cada situación.
4º paso.- ¿Es segura la vía judicial?
Es del todo recomendable acudir a profesionales y abogados especializados para asesorarse sobre el caso particular. Te pedimos mucha cautela a la hora de aceptar una rebaja o cambio en las condiciones de tu préstamo hipotecario; plantéate acudir a un profesional antes de cualquier pacto con tu entidad financiera.
La experiencia en las sentencias de cláusula suelo abre una vía muy esperanzadora para todos aquellos afectados que deseen hacer justicia.
Tras la sentencia del Tribunal Supremo del día 9 de mayo de 2013, algunas entidades bancarias han decidido suprimir la cláusula suelo en las hipotecas de sus clientes. Otros bancos, sin embargo, continúan en la línea y no ofrecen otra salida a los afectados que demandar para lograr su eliminación y recuperar su dinero.
La sentencia del Supremo declaró nulas las cláusulas suelo que no cumplieran con los criterios de transparencia. Las personas afectadas firmaron sus préstamos hipotecarios sin ser informados de la existencia de esta cláusula ni de las consecuencias económicas de la misma.
Además, un reciente informe de la Comisión Europea defiende la retroactividad total de la devolución, es decir, que el cliente recibirá el dinero desde la firma del préstamo hipotecario y no sólo desde el 9 de mayo de 2013. El Tribunal Europeo no tardará en pronunciarse sobre dicho informe.
Nosotros creemos que el cliente tiene que recuperar su dinero desde la firma de la hipoteca.
5º paso.- ¿Qué pasa si gano?
Supondría para el cliente la nulidad de la cláusula suelo de su préstamo hipotecario, pudiendo beneficiarse de la bajada del tipo de interés; además, la entidad bancaria tendría que devolverle las cantidades cobradas de más. En definitiva, pagarías menos por tu hipoteca y recuperarías el dinero que no te correspondía abonar.