La importancia de la comunicación entre abogado y cliente
Hoy hablaremos de una de las partes más importantes de la relación entre abogado y cliente, la comunicación.
En este caso, cuando una persona acude a un profesional del derecho para que le asesore jurídicamente respecto a algún problema legal, lo más importante es que esa persona sea total y absolutamente sincera con el abogado al que acude. ¿Por qué es necesaria la sinceridad? Pues muy simple, porque en caso de que el cliente no le cuente toda la verdad al abogado, la defensa de sus intereses puede verse comprometida. Pensemos por un momento, en todo juicio siempre hay dos partes, y ambas van a ir a contar su versión a sus abogados, y llegado el momento, al juez, para que decida quien de los dos tiene la razón. En el caso de que no hayamos sido totalmente sinceros con nuestro abogado, el mismo se puede encontrar en un buen aprieto ante el juez, pues el abogado de la parte contraria puede saber esa cuestión que su cliente ha ocultado y utilizarla como arma para ganar el juicio.
Este tipo de ocultamientos suele darse en los juicios de faltas. Vamos a ver un ejemplo ficticio: “Un cliente llega muy indignado a la consulta del abogado porque un vecino le ha denunciado por tirar lejía a su patio. El cliente asegura a su abogado que él no ha hecho tal cosa, vamos, que ni se le ocurriría tirar lejía al patio del vecino. Además, le propone como testigo a su otro vecino, que sabe perfectamente que el vecino del patio es muy mala persona y siempre está de líos con todos los demás vecinos. Llega el momento del juicio, y el letrado de este vecino, acompañado del otro vecino “testigo”, se presenta al juicio convencido de que es un caso claro y que se va a absolver a su cliente. Sin embargo, para su sorpresa, se encuentra con que el Letrado contrario ha traído un video en el que se ve claramente como su cliente arroja lejía al patio del vecino”.
¿Qué sucede entonces? Pues que el abogado defensor queda en evidencia ante el juez y por supuesto pierde el juicio. Además, el testigo falso que, al igual que el cliente, aseguraba que todo lo de la denuncia era mentira, puede enfrentarse a una pena por falso testimonio, pues es un delito mentir cuando eres testigo en un juicio.
Como moraleja de este ejemplo rocambolesco podemos extraer que siempre hemos de ser sinceros con nuestro abogado, pues es la mejor forma para que nuestros intereses sean defendidos de la mejor forma posible. En este ejemplo, el abogado podría conseguir que la pena impuesta a su cliente fuera la menor posible siempre y cuando el cliente haya sido sincero con él.
En este sentido, como clientes poco podemos hacer, pero es necesario saber y confiar en que nuestro abogado siempre va a velar por nuestros intereses y que en cuanto pueda informarnos sobre las circunstancias de nuestro caso, lo hará. Es muy común que dados los retrasos existentes en la Justicia española, los clientes llamen en repetidas ocasiones al despacho de su abogado (o se presenten allí) para hablar con él y ver que pasa con su caso. Esto no sólo no sirve de nada, si no que es contraproducente, pues estamos haciendo perder al letrado un tiempo innecesariamente. Siempre tenemos que tener presente que nuestro caso no es el único caso del Juzgado, ni de nuestro abogado, por lo que las cosas van a veces más despacio de lo que quisiéramos, pero al final terminarán por avanzar, es cuestión de paciencia.
Por tanto, lo más conveniente en la relación entre abogado y cliente es que el cliente sea honesto con su letrado y le cuente toda la verdad del asunto, y que sea paciente, pues la Justicia en ocasiones es lenta, pero nuestros abogados no lo son, y en cuanto tienen noticias de los casos de sus clientes, les llaman para informarles.
Gracias, me he ilustrado.